lunes, abril 03, 2006

brisas


Sobre la palma de tu mano, la fragilidad sin nombre, quizás después de tantos procesos evolutivos o involutivos, resumidos.

Sin nombre o con un extraño nombre, casi da lo mismo, el lenguaje te queda estrecho y no haces más que presentarte paciente y manso. Casi como que fueras a saltar desde esa quietud o elevarte si se te dieran las ganas de hacerlo, a-pura fe, a-pura ilusión, sin a-purarte. Pareces solitario, pero te sabes parte de una cadena que te dio aquella apariencia, te salvaste de las voces submarinas y de los albatros que te acechaban torpes y hambrientos. Quizás qué aires contienes, de tantas subidas o bajadas de mareas, de tantas horas al sol y a la sombra, de tantas noches de frías e indolentes brisas.

d- -b